2014010. De las moquetas de InterfaceFlor a los cardos de Arsèguel

Nota: Versión en español y con alguna actualización del post original en catalán d 13 de julio 2011 para se utilizado como material docente.

Me veo a mí mismo con 10 años ayudando a mi padre a instalar una moqueta de color verde oscuro en mi habitación. El hedor olor penetrante de la cola, la gruesa capa de látex, el peso de la moqueta, y los cortes del cutter que nunca acababan de quedar perfectos, especialmente alrededor de los radiadores. ¿Alguien puede imaginar un producto más insostenible que una moqueta? 

Para fabricarlo hay que elevar la temperatura del látex para vulcanizarlo y que se adhiera la lana o el producto que sea. Y para limpiarlas, ¿qué productos se utilizan? Y una vez se estropea o nos cansamos todo este material, al vertedero. Por no hablar de la cola que se usa, y que nadie osaría calificarla de amiga del medio ambiente o de las personas, y de los problemas de salud relacionados con los ácaros.

Una actitud radical podría ser hacer frente a esta industria prohibiendo las moquetas por insostenibles e insalubres. Pero justamente son estas industrias las que, conocedoras de que los cambios en el entorno social pueden jugar una mala pasada, tratan de evolucionar para minimizar su impacto. Y aquí aparecen diferentes ideas innovadoras, algunas con más éxito que otras. Os propongo cuatro:

La primera es la más clásica y viene de la mano de la empresa Interface Flor y su líder Ray Anderson, a quien podéis escuchar en esta sesión del TED defendiendo su modelo de empresa con el mínimo impacto para el medio ambiente. Interface introdujo el concepto de las moquetas de mosaico o en “losetas” hace unos 25 años ( aquí la patente original de la empresa Heuga 1979 comprada después por Interface, una de las 50 empresas y tecnologías incorporadas). Hasta entonces las moquetas seguían el patrón alfombra, como más grandes, mejor. Se compraban por metros lineales y se ajustaban a los espacios siempre evitando que quedara un corte porque no era estético. Pero a alguien se le ocurrió la manera de unirlas sin que se notara, y el resultado fue una hibridación entre alfombra y moqueta con lo mejor de los dos mundos.además sin cola. Las ventajas de la fabricación de losetas de moqueta eran inmediatas y evidentes:

  • si se estropeaba una pieza sólo había que cambiar ésta con el consiguiente ahorro. Y no se notaba.
  • se podían combinar colores y texturas incorporando a diseñadores -y algunos clientes- en la cadena de valor 
  • se podían lavar de manera fácil, eliminando ácaros y otros habitantes
  • No utilizaban cola para fijarlas al suelo, un problema ambiental menos.

La segunda innovación para minimizar el impacto ambiental podría ser organizacional y la podemos encontrar en plantear una alianza estratégica con una empresa especializada en recogida de residuos para que se lleve y trate de manera diferenciada la moqueta. Es el caso del Recover Program de la empresa LEES y su partenariado con el grupo Mohawk.  Una idea poco original si desea pero efectiva ya que cada uno se especializa en una parte del ciclo de vida. Eso sí, los dos consumen mucha energía. NOTA [Cuando escribí la primera versión de este post eran dos empresas diferentes. Hoy Mohawk ha comprado a LEES integrando la marca y el programa]. La incorporación de marcas y tecnologías es una de las vías más comunes de innovación entre empresas.  

Una tercera posibilidad es cambiar la cultura de la propiedad de la moqueta. Una de las razones por las que no reciclamos la moqueta es porque cedemos la propiedad -y la responsabilidad- a la sociedad. Una vez nos deshacemos de ella ya no es nuestra, y por tanto no nos importa lo que pasa “aguas abajo” con su reciclaje. Es el drama de los comunes, o el por qué las escaleras de vecinos están sucias si se deja a la voluntad de cada vecino que limpie su rellano. Juan Freire nos podría dar una buena lección sobre el particular. Para hacer frente a este problema, de nuevo la empresa Interface ofrecía para empresas -pero también como programa piloto para particulares- el alquiler de alfombras. Tú ya no eres el propietario, sino que ellos la alquilan por una cuota anual y la mantienen limpia. Pasado un cierto tiempo, la cambian y la reciclan, reaprovechando el material para hacer otras nuevas, siguiendo el modelo de muchos coches de empresa. Alquilaríais vosotros vuestra moqueta en vez de comprarla? Y vuestra lavadora para cargarla al máximo, o espacio en vuestra nevera con vuestros vecinos?

Finalmente, la cuarta posibilidad para reducir la cantidad de material derivado del petróleo es la apuesta por la incorporación de conocimiento desde la universidad y centros tecnológicos. Es el caso de la empresa Best Wool Carpets que, en colaboración con la universidad UPC ha desarrollado un nuevo proceso biotecnológico que elimina directamente el látex mediante la utilización de enzimas a partir de un elaborado proyecto de I+D en cooperación internacional. En el caso de Best Wool Carpets la lana procede de Nueva Zelanda e Inglaterra, donde las ovejas fabrican la mejor lana del mundo, dicen.

Confieso que me hubiera gustado mucho más que un proveedor de moquetas local- que no he encontrado- hubiera tenido esta ocurrencia, y que en vez de ir a buscar lana en Nueva Zelanda hubiera utilizado la lana Xisqueta , y que se hubiese utilizado para hilar la lana fábrica de lanas de Arsèguel, un pequeño pueblo de la Cerdanya, donde hoy explican cómo se usaban cardos de río para cardar la lana y la fuerza del agua en vez de energía eléctrica generada quién sabe dónde y cómo.

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