2019002. Creemos que somos los buenos. Y juzgamos. Un caso real.

Juan es el portero de un bloque de pisos de Pedralbes, una de las zonas más caras de Barcelona, como su padre lo fue antes que él. Hoy toca bajar al contenedor la fracción resto de todo el edificio, y recuerda con algo de rubor cuando junto a su padre dejaba las bolsas en la acera para que pasase el camión a recogerla. !Algo hemos mejorado!

Juan se preocupa por el futuro de sus nietas y por eso ha colgado carteles bien visibles en el párquing del edificio explicando cómo y cuándo separar los residuos. Aunque los colores nunca coinciden con el contenido, ha conseguido que casi todas las familias dejen en la puerta de su piso lo que toca cada día. No solo gestiona bien los residuos, sino que ha reducido el consumo de luz en la finca y de agua de riego con la instalación de un sistema de recogida de aguas pluviales. Lo de las aguas grises, para otro año.

Eso sí, si pudiese denunciaría sus precarias condiciones laborales -o las aceptas o ponemos un portero automático, le decían- pero no le queda demasiado par jubilarse y no se la quiere jugar. Tiene la vivienda en el ático de uno de los edificios de la finca -en verano es insoportable- y cobra un sueldo mísero para las horas que echa, pero aun así ayuda con lo poco que le sobra a su hija en lo que puede y tiene la conciencia tranquila. Podría no hacer nada y limitarse a la queja por su mala suerte, pero aprovecha lo que tiene a mano para no empeorar el futuro de su hija y nieta.

Precisamente es su hija quien le comenta que alguien -seguramente un convencido del reciclaje que cree hacer un favor a la comunidad- ha subido una una foto a twitter recriminándole su comportamiento. Se ha pasado de listo creyendo que tiraba los diferentes residuos en el mismo contenedor, cuando en realidad todas las bolsas son de fracción resto que es lo que toca hoy, aunque tengan colores diferentes.

Es lo que tienen las redes sociales -piensa Juan- que agazapados tras la multitud permiten a gente que no se atrevería a decírselo a la cara juzgar su comportamiento sin tener ni idea de lo que realmente sucede, y dando por sentado que como es un pobre portero será ignorante, no reciclará y encima votará a VOX.

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