Me llega a través del blog de Xavier Marcet este denso artículo de Andy Grove, ex de Intel que explica cómo no es suficiente con fomentar el emprendimiento, sino que es necesario que la fase de escalado que sigue a la de creación de empresa también se desarrolle en el país origen de la empresa. Grove hace una interesante reflexión entre el dinero invertido en las start-up en 10 años y la ocupación generada. En el caso de Intel fueron 3600$ de hoy por persona ocupada, mientras que crear un puesto de trabajo de emprendedor tecnológico en USA hoy en día “cuesta” una inversión de 100.000€ ya que gran parte de la masa laboral se crea en Asia.
Hace tiempo que algunos venimos reclamando más atención a la economía local por varios motivos. El más inmediato es el energético y/o medioambiental -depende de lo que priorice quien lee- y el impacto del final del petróleo barato. El segundo motivo, la creación de riqueza en el propio territorio y su cohesión social. Por mucho que digan que aquí se queda la I+D y que el trabajo poco cualificado se lleva fuera, la teoría no me convence. Si bien es cierto que los beneficios y por tanto los impuestos se recaudan aquí en su mayor parte, de poco sirven si los tenemos que emplear en pagar el paro de los que no encuentran trabajo “menos cualificado” como podría ser el de apretar tuercas y tornillos o fabricar placas solares.
Precisamente en este aspecto me gustaría entrar a raíz de las discusiones y problemas que está generando la propuesta de la UE en el marco del EEES de “promocionar” la FP -su grado superior- incluyéndola en los estudios de educación superior en paralelo a los universitarios, estableciendo pasarelas entre ambos estudios y eliminando barreras al acceso. Qué sentido tiene conseguir que la FP sea más atractiva para los jóvenes si la producción -el escalado de las pequeñas empresas que con nuestros impuestos apoyamos y presionamos para que crezcan- se traslada a China?
La pregunta del millón es “¿realmente tenemos que vender a China, a América, o a Francia?” Los puristas de la economía diréis “es obvio que sí, que el mercado se tiene que ampliar. Aceptamos esto de la producción local “aquí” por un tema de proteccionismo sostenible y porque somos nosotros los más mejores, pero no allá”. Pero para ser coherentes deberíamos también crear empreas locales “allá” donde creamos el mercado. Por qué entonces no dejar que sea el capital local de “allá” el que desarrolle las empresas? Por qué no olvidar este neocolonialismo y conformarnos con nuestro mercado local?
Y aquí empalmo con Julen y su último post. Está claro que con esta mentalidad de cabeza de ratón nadie va a invertir en nosotros si el objeto final es hacer cuanto más dinero mejor. Pero si el objeto es un crecimiento sostenible, por qué no? Claro que también podemos limitarnos a esperar; el mundo es finito, aunque para algunos como Aldrin la ambición parece no tener fin.
Sobre la cuestión de lo “local” me temo que alguien nos ha convencido de que hay un modelo en el mundo llamado global que exige ese enfoque mundial. Mis dudas, mis grandes dudas tengo al respecto.