Trabajar en modo “empresa distribuida” y por proyectos puede dar lugar a situaciones un tanto cómicas o cuanto menos simpáticas. Os explico una experiencia personal que hace tiempo quería abordar y que está relacionada con mi triple vinculación al Banco Santander. La primera relación la mantengo vía nómina.
Me explico. Parte de mis ingresos provienen de la colaboración estable que mantengo con la UPC, y donde entre otras cosas gestiono un proyecto llamado RedEmprendia. RedEmprendia es una red de universidades tecnológicamente emprendedoras centrada actualmente en el mercado latinoamericano. La estructura y actuaciones de esta red están financiada por el Banco Santander, y forman parte de ella la UPC, la UB y su parque científico, el TEC de Monterrey, el parque científico de Madrid, la universidad de Coimbra, Porto, Campinas, Buenos Aires…y algunas más.
Mi segunda relción el Banco Santander tiene un componente de márqueting laboral. La UPC -como tantas otras universidades- tiene firmado un convenio con el banco por el que todos los carnets de esta universidad (estudiantes y trabajadores) muestran el logo y colores de esta entidad bancaria. Cada día cuando “ficho” para marcar la hora en que empiezo a producir para el cliente UPC me acuerdo del Banco Santander que es para quien en realidad estoy trabajando.
Pero no acaba aquí la cosa. Entrando en un plano más personal la tercera relación la mantengo vía hipoteca. Tal vez fue por ver cada día el logo en la tarjeta -márqueting laboral- o por la condiciones que en otros tiempos ofrecía el banco, el hecho es que ahora estoy vinculado de por vida (laboral) al Santander. Cada mes pago religiosamente la cuota de la hipoteca. Una parte de este pago amortiza el principal del préstamo, y otra parte va a… pagar mi nómina por los servicios prestados a Redemprendia-Santander. Yo me lo guiso, yo me lo como, como Juan Palomo.
Me siento reconfortado cuando pienso que lo que pago cada mes en intereses no es dinero perdido totalmente sino que por lo menos una parte de mi esfuerzo por pagar y por superar mis dudas existenciales retorna de nuevo a mi bolsillo vía mi participación en el proyecto de RedEmprendia.
En todo caso me pregunto si no sería más efectivo eliminar al intermediario y trabajar directamente para el Santader. Tal vez dentro de unos años, cuando las universidades estén arruinadas y sean adquiridas en pública subasta por una entidad bancaria -siguiendo la estela de la sanidad o las infraestructuras– me llegue la oportunidad de hacerlo.
Blog de Pere Losantos 