En este post de hace unos meses comentaba los paralelismos energéticos entre una granja y una organización, y decía que cuando ambas se gestionan mal la energía se destina a mantener barreras artificiales, ya sea a eliminar “malas hierbas” y abonando con fertilizante sintético o manteniendo la división informacional entre departamentos de una organización.
Hace poco descubrí a Niels Pflaeging y su propuesta de modelo Beta para organizar la complejidad de las organizaciones, y me resulta muy interesante. De hecho no está sólo, empezó trabajando en 2008 con la BetaCodex Network y por razones que desconozco él se ha erigido en la cara visible de esta organización-plataforma. Creo que tendrá en breve tanta repercusión como Alex Osterwalder y su Business Canvas Model, aunque puedo equivocarme. En este post hablo de la relación entre la pérdida de energía de las organizaciones que miran hacia arriba en vez de atender la tensión del mercado y la disipación por energía reactiva de los circuitos.
Simplificando, lo que entiendo nos dice Niels en sus libros y casos es que todas las organizaciones nacen en modo Beta (redarquia que se gestiona siguiendo modelos de células biológicas, sin jerarquías). La figura del jefe no existe, cada persona se encarga de una parte y la responsabilidad es compartida, la tensión la genera la demanda, no el jefe ni el miedo. Es la Teoría Y de McGregor. Pasado un tiempo alguien empieza a decir que “nos tenemos que profesionalizar” y se empiezan a crear departamentos, se contratan asesores externos para que diseñen la arquitectura de la organización, y se empiezan a rendir cuentas al “de arriba” en vez de “a la tensión de mercado” y el miedo de la Teoría X entra en juego, dando lugar a la organización ALFA. Algunas de las que parten del modo BETA consiguen estabilizarse y crecer bajo este modelo -en forma de redes de integración funcional, no de división funcional- pero la mayor parte caen con suma facilidad en modo ALFA y para sobrevivir sólo les queda reinventarse para convertirse de nuevo en BETA. Y esto es lo que vende este señor.
No soy experto ni mucho menos en el tema, y tal vez lo que explica no sea nada nuevo, pero me parece un punto de vista tremendamente apasionante desde el punto de vista energético. Pflaeging argumenta que la mayor parte de la energía de la organización jerárquica actual se disipa en forma de control y seguimiento, no en satisfacer al cliente y crear valor, e introduce también tres estructuras bajo la misma organización que trabajan desalineadas. El objetivo es que la informal (que siempre existe) trabaje con la estructura de creación de valor y se minimice la formal o jerárquica.
En electricidad (y en mecánica y en muchos otros campos de la física clásica) aparece el concepto de energía reactiva, muy bien explicado aquí y aquí. Simplificando mucho, la intensidad de flujo de un circuito lo determinan las cargas. Una resistencia es una carga que responde a la ley de Ohm que todos estudiamos en la escuela. Lineal, sin complicaciones, tensión y intensidad van parejas. Pero cuando introducimos otros elementos como capacidades o bobinas aparece un desfase que da lugar a la energía reactiva, un concepto similar a la inercia en mecánica.
Tú quieres cambiar el sentido del columpio con tu hijo sentado en él, y no puedes hacerlo de manera instantánea si no es con una energía casi infinita. Cuando alineas la frecuencia de balanceo del columpio con tus “empujoncitos”, o cuando tu hijo empuja los pies hacia delante cuando el columpio va en esa dirección consigues que todo fluya mejor. Incluso podrías conseguir que tu hijo volase si no fuese por el rozamiento.
Pues bien, siempre (en 2009 para las universidades) me he preguntado cuáles son estas inercias en la organización y si las podríamos medir y minimizar o aprovechar de alguna manera como en el columpio. Una orden emitidas desde la cúpula de la organización no se transmite ni se cumple instantáneamente desde abajo, es más, las pérdidas intermedias hacen que sólo se ejecute una parte. ¿Os suena este comportamiento a los que trabajáis en organizaciones de grandes dimensiones? ¿Son estas fuerzas las redes informales de que habla Niels Pflaeging? ¿Son las organizaciones estructuras disipativas? ¿Alguien conoce literatura al respecto?
Seguro que está ya muy estudiado, pero ahora que empiezo a trabajar sobre redes y entornos colaborativos en la UPC podría ser un buen momento para combinar dos de mis intereses, la física y la gestión de organizaciones, aprendiendo, trabajando y disfrutando.
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