2014060. PODEMOS, el segundo caso de Marcel, consultor socioemocional.

pablo iglesiasTras finalizar su primer caso con el Ajuntament de Barcelona obteniendo pingües beneficios gracias a la artera alianza con la empresa AirBnB, Marcel no tardó en adentrarse en un nuevo proyecto profesional. En España, el lobby financiero se había apoderado de los partidos políticos que establecían las reglas de juego siempre en beneficio de sus acreedores. Paralización de las energías renovables, asfixia de la sanidad, educación e investigación públicas, intervención de las principales rotativas informativas, creación de bancos malos para salvar el sector inmobiliario y de paso al financiero…

La gente estaba harta de la desidia -cuando no connivencia- de los diferentes gobiernos que habían desfilado por Moncloa viendo como se aliaban con el capital en vez de velar por los derechos de la ciudadanía. Miles de personas se habían empezado a organizar volcándose con movimientos al margen del gobierno para resolver sus problemas con propuestas originales e innovadoras. ¿Cómo podía sacar provecho de esta situación?

Desde su consultora, Marcel se pasó unos meses estudiando a fondo algunos casos para entender la dinámica de estos nuevos modelos de negocio y llegó a dos conclusiones:

  • la mayor parte de las iniciativas estaban relacionados con el acceso a necesidades básicas que la estructura del mercado oligopolista no atendía como la energía, la información, la salud, la vivienda o la alimentación.
  • las nuevas iniciativas empresariales se organizaban sobre una entidad -asociación, empresa cooperativa e incluso SL- que aglutinaba intereses comunes mediante un uso intensivo de las redes sociales y las plataformas.
  • una mayoría de participantes pertenecían a sectores progresistas o relacionados con el nuevo capitalismo distribuido, dejando atrás la separación izquierda derecha. Se trataba de abierto o cerrado, sharing economy o concentración de poder, pagar por uso o por posesión.

Por citar algunos ejemplos, Marcel estudió el caso del modelo Andel de cooperativas de uso que facilita el acceso a la vivienda en toda Europa, y que llega a Barcelona mediante Sostre Cívic. En el caso del acceso a la energía analizó la cooperativa Somenergia, con más de 17.000 socios en apenas tres años que ya preocupan a Endesa. Para la información contactó con diario.es, y para el sector financiero dos iniciativas, una cooperativa como Coop57, y una SL dedicada al lending de particulares para empresas como Arboribus. Y para el acceso a la tierra, el caso de Terre de Liens en Francia con 30M€ levantados de la ciudadanía y con su modesta homóloga en Catalunya, Terrafranca.

La visión de Marcel

De hecho Marcel pensaba que el equipo de Arboribus lo había entendido muy bien. La nueva corriente no podía quedar en manos de cuatro hippies que renegaban del capitalismo como Ada Colau, Vicenç Navarro o la monja Teresa Forcades. Seguro que si la propuesta de valor era interesante, la eliminación de un intermediario como la administración sería bien recibida. El 10% de hippies early adopters eran perfectos para validar los prototipos, pero sólo triunfaría cuando el 70% del mercado entrase en el círculo.

PAH_BBVA-Sabadell

Energía, salud, vivienda…. ¿y si el objetivo fuese no ya saltase al gobierno y su desidia sino directamente gobernar?  ¿Sería capaz de convencer a 10 millones de personas en España para que se hiciesen socias de un club con el objetivo de llegar al gobierno? El reto era descomunal, pero justamente era lo que le estimulaba. El caso del barrio de la Barceloneta y AirBnB parecía tan fácil comparado con esta nueva idea…

En ningún momento dudaba de la legalidad de la iniciativa. Hasta ahora los partidos políticos tenían asociados -que pagaban sus cuotas a cambio de un trabajo en la administración- y simpatizantes que votaban con mayor o menor fidelidad. Los partidos recibían un buen pellizco por los votos conseguidos, t las normas las marcaban ellos mismos cuando estaban en el gobierno en general con el beneplácito de la oposición.

Sólo era necesario reemplazar los 10M de votantes del PP en las últimas elecciones con personas de la calle a las que prometiese que podrían hacer realidad sus aspiraciones de gobierno democrático. Cada persona pagaría 100€ por entrar en la asociación -como Somenergia- y tendría derecho a expresar sus ideas y propuestas de gobierno. Si conseguían respaldo popular, irían subiendo hasta llegar al programa electoral. Como habían pagado su cuota serían más fieles que los votantes actuales, y sólo con los intereses  los 1.000M de euros de capital (10M de socios x 100€ por cabeza) añadidos a la subvención por partido político, se podrían crear campañas que sin duda le llevarían a la mayoría absoluta.

Puesta en marcha

Marcel no tenía ninguna intención de gobernar, sólo quería satisfacer su ego y sacar una buena tajada, unos cuantos millones, de su experiencia y liderazgo. Encontró en Madrid un grupo de intelectuales que en los últimos años había estado flirteando con la política sin llegar a nada concreto, entre ellos un tal Pablo Iglesias que curiosamente coincidía con el nombre del fundador del PSOE. Conocido era que las propuestas del 15M no habían cuajado por falta de líder, pero la plataforma era justamente lo que necesitaba para poner en marcha su proyecto.

Combinando los dos elementos -liderazgo y plataforma- y aportando sus dotes de negociación y experiencia en la manipulación legal de la redes sociales para la que se había preparado en los últimos años se lanzó al vacío. Nada tenía que perder, y mucho que ganar. La única condición que puso al grupo de intelectuales era quedar siempre al margen manteniendo el anonimato y asegurarse un 3% de los ingresos de la asociación.

Escogieron un nombre simpático, Podemos, que para Marcel significaba mucho más de lo que la ciudadanía apreciaba. Las encuestas les eran favorables, pero no podían bajar la guardia. Marcel organizó la campaña de crowdfunding para todo el Estado, por asambleas regionales cada una con sus objetivos bien definidos y actividad correspondiente en las redes sociales.

podemos crowdfunding

Marcel se había planteado conseguir su objetivo en 2015, un año clave porque tendrían lugar tres convocatorias electorales. Si no lo conseguía, abandonaría el proyecto. La cosa iban bien, Pablo Iglesias era una persona mediática y con tablas, y las redes sociales sorteaban todos los obstáculos que ponía tanto el PP como el PSOE ante su imparable crecimiento. Nunca fue amigo de las encuestas, pero tanto no se podían equivocar…. primero o segundo, un 28% de votantes era mucho más de lo que nunca se había planteado.

La dictadura social estaba cada día más cerca. Y España era sólo el principio, ¿por qué no exportar el modelo a otros países como había hecho ya con AirBnB? Pero eso sería otra historia, a Marcel sólo le gustaba empezar los proyectos, y seguir cobrando.

Para saber más

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