No acostumbro a escribir sobre celiaquía, pero con una hija diagnosticada desde hace 9 años creo tener suficiente conocimiento del tema como para dar algunos consejos a padres y madres que se estrenen en el mundo de las intolerancias. Los médicos de cabecera te pueden orientar, pero hay secretos a los que sólo se llega mediante la práctica diaria. Expongo cuatro casos reales.
- La comida de los gatos: si tenéis animales en casa igual os habéis preguntado si su pienso lleva gluten. Pues sí, lo habéis acertado. Por lo tanto si una hija o hijo se encara de su alimentación, mucho cuidado con el momento de poner o retirar la comida de su plato. A menudo nos fijamos solo en nuestra comida, no en la de los animales queridos. Por cierto, también hay comida para gatos y perros sin gluten.
- El drama de los desayunos: el elemento más básico. No se puede compartir la tostadora. Ni el cuchillo de la mantequilla, ni la cucharilla de la mermelada, ni coger con la mano pan con gluten y después uno sin gluten. Ni cortar un pastel con gluten y después uno sin gluten. En casa después de dos semanas pasamos a comer todos sin gluten. Y olvidad las cucharas de madera si compartís cocina con no celíacos: plástico o metal, pero NO madera.
- La ensalada en la escuela: aunque el cátering o la cocina de la escuela te aseguren que está todo controlado, desconfía. En nuestro caso resulta que la ensalada era servida directamente en las mesas por algunos niños como parte de su aprendizaje, y estos mismos niños habían estado antes tocando pan…Un mes hasta que descubrimos de dónde venía el dolor de barriga de nuestra hija.
- La familia que no se lo cree. este es el peor de los casos. Aunque tú lo tengas claro, te va a costar mucho convencer a tu familia de que tu hija/o NO puede comer nada de gluten. No sirve lo de “una vez al año no hace dañ0” ni lo de “pero si ya uso maizena” con toda la buena intención pero con la misma cuchara con la que antes ha utilizado la harina.
No es fácil la vida de la persona celíaca. Afortunadamente cada vez son más los comercios que incluyen menú y conocimientos sobre el tema (siguiendo la ley) en España. Si viajáis a Italia o a Francia, tendréis que llevar con vosotros comida para cada día porque poco vais a encontrar. Lo digo por experiencia.