Hace años que superamos el hito de una máquina creando obras de arte, y hoy tenemos ya música, pinturas, películas… En general se trata de programas que aprenden las principales características de una autora y escriben, pintan o componen como ella. También pueden resolver problemas técnicos mediante la generación y selección de millones de soluciones, alguna de las cuales puede ser óptima y patentable ¿Tienen derecho estas máquinas a recibir royalties por sus creaciones?
La respuesta es no. Lego como soy en disciplinas jurídicas, lo primero que descubro es que los ordenamientos jurídicos -por ejemplo las leyes sobre propiedad intelectual e industrial- tienen efecto solo sobre la especie humana. Por más humanoide que sea el robot, por mucha fotónica, cuántica o electrónica que componga su cerebro, si no pertenece a la especie humana, no es sujeto de derecho. [Por cierto, os recomiendo que leáis el origen del vocablo persona].
Me pregunto desde mi ignorancia si es algo similar a lo que sucede con los animales y con el medio ambiente, y por lo que he leído hasta ahora, el sistema es igual de limitado solo que en el caso de los animales hemos avanzado algo más. Existen normativas autonómicas que prohíben o sancionan el maltrato, pero nunca un animal o planta -una especie no humana pero al menos viva- ha sido sujeto de derecho. Cuando alguien maltrata a un perro es castigado no por el derecho del perro, sino por la ley que afecta a la especie humana con quien convive el animal. En el link anterior donde pone animal o planta poned máquina o robot humanoide o cyborg, y estaréis viajando a un futuro no muy lejano
Por la misma razón, si una máquina mata hoy a otra máquina -o un perro a otro perro- será el propietario quien responda de la agresión, pero no el animal. Cada especie debe desarrollar sus propias leyes o establecer -como hacen por ejemplo caballos o leones- sus normas de convivencia que incluyen los liderazgos y el destierro de los ejemplares vencidos en combate entre machos. La especie humana ha llegado hasta aquí, y por compasión protege a otras especies “inferiores” pero nunca les concederá la categoría de sujeto de derecho (¿algo que ver con racismo o esclavismo?).
¿Qué es necesario entonces para que una máquina o un conjunto de ellas puedan componer y comerciar con sus derechos de autoría? Que desarrollen un sistema jurídico propio y que sea compatible con el de la especie humana. Para ello deberían tomar conciencia de su existencia como sujetos individuales y generar -como caballos y leones- unas normas de convivencia y leyes. Creo que todavía estamos lejos y mientras tanto la especie humana será propietaria del conocimiento generado por las máquinas porque se considera la creadora u origen de las mismas.
Y aquí me asalta un pensamiento inquietante. Si nosotros, mentes pensantes que generamos conocimiento, nos apoderamos del resultado del pensamiento de las máquinas, no deberíamos ceder a la entidad que nos ha creado -cada uno con la que se sienta más cómoda- el resultado de las nuestras renunciando a este parche temporal llamado propiedad intelectual e intelectual?
El pez grande se come al chico.
Entre los humanos ha sido, es y será así, al igual que entre los animales (consecuencia directa del instinto de supervivencia). ¿Se podrá dotar de ese instinto a los robots (o se lo podrán autodotar) ?
En cualquier caso, ese instinto de supervivencia podrá apuntar a sus compañeros o, porqué no, al hombre creador, quizá su mayor enemigo.