Te propongo un experimento. Sitúate en el centro de una cama elástica. Deja caer una pelota, mejor si es algo pesada, en cualquier punto de la cama elástica. Verás que viene hacia ti, dando vueltas o directamente. Estás experimentando un campo de fuerza. En esta entrada reflexiono sobre los campos de fuerza de la pobreza y sobre la inutilidad (o no) de invertir “un poco” en mitigarla.
El experimento real lo hago con alumnos de primaria y de ESO en el aula exterior de la escuela. A veces simulando campos electromagnéticos (pozos y montículos) o gravitatorios (solo pozos), con uno o más alumnos que actúan como cuerpos celestes o cargas eléctricas.u Les encanta ver como discurre la pelota entre los valles y montículos para acabar siempre en un mínimo local o en el mínimo absoluto de la cama elástica.
Acaban concluyendo que es necesaria una aportación de energía mínima para escapar del pozo. Si impulsan la pelota con algo de fuerza pero no la suficiente, por un momento parece que pueda escapar pero vuelve a caer sin remedio. Y también comprenden que toda la energía invertida se pierde si no llegan al mínimo (como un proceso de crowdfunding).
Se ha publicado recientemente un estudio sobre los barrios de Barcelona que confirma lo que todos ya sabemos. Los barrios pobres son más pobres, y en ocho aňos se ha dado un corrimiento (término físico) moderado de la clase media hacia la pobreza. Si eres pobre -en el sentido estadístico- tienes todos los números para seguir siéndolo porque los recursos que la administración y el entorno pone a tu alcance son inferiores a la energía mínima para escapar del pozo. Es cierto, se invierte algo en educación -refuerzo de grupos- y en políticas sociales, pero no suficiente, y como pasa en el caso de los campos y del juego de la Oca, todo se pierde si no llegas a ver el exterior del pozo y toca volver a empezar.
Tal vez ya nos esté bien, que se vea que se invierte, pero no lo hagamos demasiado no sea que puedan salir del pozo. ¿Y si utilizásemos las avanzadas técnicas de data mining y deep computing que nos incitan a consumir asignando a cada persona la energía necesaria para que pudiese superar el campo de pobreza? Porque lo que hacemos ahora es simplemente tirar el dinero, eso sí, ganando algunos votos. Ya hay personas trabajando en ello, y también aquí, aunque vamos lentos y en general no veo artículos del campo de big data que propongan correlaciones entre educación y pobreza cuando es evidente. La dificultad -y el riesgo- estriba en predecir el futuro de manera cada vez más personalizada. Este tema merece una entrada independiente.
Una última metáfora. En un agujero negro el término horizonte de sucesos se describe así:
En relatividad general, el horizonte de sucesos —también llamado horizonte de eventos— se refiere a una hipersuperficie frontera del espacio-tiempo, tal que los eventos a un lado de ella no pueden afectar a un observador situado al otro lado. Obsérvese que esta relación no tiene por qué ser simétrica o biyectiva (…). Por dar un ejemplo concreto, la luz emitida desde dentro del horizonte de eventos jamás podría alcanzar a un observador situado fuera, pero un observador dentro podría observar los sucesos del exterior. (wikipedia)
Por dar otro ejemplo concreto, ¿no será que en el caso que nos ocupa la pobreza es la luz y nosotros somos los observadores externos que creemos que nunca -ilusos- seremos alcanzados por la misma porque estamos más allá del horizonte de sucesos? Y desde dentro nos observan, impotentes, pero no pueden ni podrán salir jamás del pozo a no ser que encuentren un agujero de gusano llamado Mediterráneo y no perezcan al atravesarlo hacia la vieja Europa.