Hace ya 8 años participé en la elaboración de un estudio sobre telecentros para la Diputación de Tarragona. El objetivo era estudiar qué nuevos usos y modelos de negocio podían prolongar la agonía de estos centros cuando la mayor parte de la ciudadanía accedía ya a internet desde sus casas. Todavía hoy parece que el debate sigue vivo, como sugiere Amalio Rey en su reciente post. Los telecentros -nos vendían por entonces- debían ser herramientas de empoderamiento digital, la solución a todos los problemas del momento: superar la brecha digital, crear ocupación, facilitar la relación intergeneracional, y en definitiva generar mayor competitividad y cohesión social, todo ello acompañado y engrasado por generosas subvenciones FEDER con las que consultoras y constructoras hicieron su agosto.
Me ha surgido recientemente la oportunidad de participar en la definición de un proyecto relacionado con los FABLAB o centros de fabricación digital en Barcelona. FabLab es un experimento que se inició en el MIT hacia el año 2000 y que se ha ido extendiendo por todo el mundo de manera vertiginosa bajo diferentes modelos de negocio y operación. La incursión en el mundo FabLab me ha llevado a descubrir una rica comunidad de MAKERs y el movimiento del Do It Yourself (DIY) bien explicado en este artículo de la emprendedora Brit Morin en el Huff. Uno de los aspectos más interesantes es el parecido -especialmente cuando entra en juego la administración- con la apuesta por los telecentros de hace unos años. Probad ahora a releer el artículo de Amalio Rey substituyendo Telecentro por Centro de Fabricación Digital o FabLab, y veréis cuán familiar os resulta. ¿Los mismos retos, las mismas promesas? Será el movimiento MAKEr y el “ponga un fablab en su barrio o pueblo” una nueva burbuja como la .com y la más actual .emprendedor?
Creo que no. Sinceramente le veo más recorrido que a la experiencia de TeleCentro porque tiene más entidad, una comunidad social detrás y una ventaja competitiva en sostenibilidad y reducción de residuos de la que carecían aquellos.
Intermediarios
Me interesan particularmente los cambios en el modelo de negocio y cómo las empresas responden a ellos. El primero, evidente, es la eliminación de intermediarios como ya pasó en las gasolineras (de donde desaparecieron los operarios sin bajar el precio de la gasolina) o como pasará con la energía eléctrica con empresas como Ecoo que facilitan el autoconsumo personal. En el caso del movimiento DIY ya no fabrico energía a partir del sol y el viento sino piezas físicas y tangibles. Y en lugar de venderlas a ENDESA lo hago mediante portales como Etsy. Donde ahora algunos intentan vender apps muchos de nosotros venderemos productos o diseños listos para imprimir en 3D que fabricarán otros, con una comisión para nosotros del 30%.
Educación
Recuerdo que mi experiencia más cercana en la escuela con el DIY en los años 70-80 fueron los talleres de PRETECNOLOGÍA (sí, sí, así se llamaba la asignatura) con el Sr. Medina donde construíamos barcos de madera y autómatas basados en geypermanes para el portal de Belén de la escuela. Parece que ahora la cosa está más fácil con iniciativas como la Tinkering School.
Gever Tulley founded Tinkering School in 2005 in order to learn how children become competent and to explore the notion that kids can build anything, and through building, learn anything. The foundation of Tinkering School is putting power-tools in the hands of 8 year-olds; using real tools and real materials to build big projects. Really big projects.
Diseño
En este reciente artículo de The Guardian Dan Lockton nos habla de ello. ¿Por qué es tan difícil saber qué pasa dentro de un iPAD, de una impresora o de una plancha? ¿No podría yo tener acceso a los planos e intentar repararla, o llevársela a la manitas de mi barrio para que lo hiciese? Para ello hay que abrir los diseños y que de la web de la empresa puedas descargarte tanto las instrucciones -modelo actual- como los planos 3D para fabricarme piezas de recambio o indicaciones de cómo repararla. Algunos elementos puedes descargártelos desde Thingiverse, pero la UE debería aprobar una directiva forzando a las empresas a publicar sus planos, políticas activas!!
Y un par de aplicaciones prácticas.
Se me ocurre que una empresa como Valira que se ha hecho de oro vendiendo fiambreras o tuppers con un buen diseño, puede abrir una línea de negocio enfocado al mercado local y a la impresión 3D. Un problema general de estos tuppers es que los elementos móviles (bisagras de plástico de los cierres) duran menos que los recipientes, por lo que pasados dos o tres años empiezas a acumular recipientes sin tapa sin posibilidad de comprar sólo las tapas (miento, en la web de valira se pueden comprar…y cuestan aproximadamente la mitad que el tupper si compras 12) lo que generaba cierta frustración.
Por qué no Valira lanza una red de fabricantes locales (pequeñas empresas) que fabriquen tapas personalizadas y que paguen, siguiendo el modelo anterior de las apps, un 30% por el diseño a Valira? La producción sería local, se reciclarían las tapas antiguas que ahora van en el mejor de los casos a los puntos de reciclaje, y se podrían personalizar con motivos interesantes e incluso publicidad local. Serviría también como un punto de entrada de información que alimentaría el proceso de innovación abierta de Valira, qué más quieren?
Y ya rizando el rizo, por qué no acercar el sector de la inserción social con el de los y las Makers? L’Estoc es una cooperativa de iniciativa social de Barcelona que recupera muebles, los transforma y les da valor añadido convirtiéndolos en ejemplares únicos y artesanos. ¿Tendría sentido que esta empresa formara parte de la comunidad Maker de Barcelona por ejemplo integrándose en la interesante experiencia asociativa de co-working MOB? La presencia de L’Estoc en la próxima reunión de Makers en Barcelona tendría que estar asegurada. ¿Nos veremos allí?
La imagen es de http://ciudadvalencia.olx.es/geyperman-1-generacion-iid-232690945 y el geypermán se vende por 90€, no sé por qué no guardé mi colección!
Entre el Design it Yourself y el Do IT Yourself, la propuesta de http://domanises.com/ via @yorokubu http://www.yorokobu.es/un-jarron-hecho-por-ti-ejecutado-por-un-artesano/
Hola, Pere:
Por fin puedo leer tu articulo. Abordas temas muy interesantes. El movimiento DIY abre muy buenas perspectivas y nos hace replantearnos muchas cosas. La más importante, desde mis inquietudes personales, no es la búsqueda de nuevos “modelos de negocio”, sino la reeducación en dos ámbitos: 1) la autonomía y el sentido de la iniciativa, 2) la cultura del maker. En toda esta historia me interesa mucho más el lado de los usuarios o personas que se convierten en productoras de lo que consumen o usan, y mucho menos lo que pueden sacar de esto las empresas. Aunque estoy de acuerdo en que pueden ser dos lados de la misma moneda. Otra idea potente es la de los diseños abiertos, que es pura cultura open-source llevada a la auto-fabricación de productos y artefactos. Ahora, con los sistemas Arduino, que abren una revolución en este sentido, vamos a ver un movimiento que exigirá cada vez más la apertura de las “cajas negras” que son hoy los productos, aunque ya veremos si eso encaja con principios esenciales del Capitalismo y la economía de mercado, algo que ya podemos suponer que no.
Me has dado buenas pistas para reflexionar sobre estos temas
Un abrazo 🙂
Hola Amalio,
gracias por tu comentario, tejemos nuestros caminos en modo sardana (La sardana és la dansa més bella
de totes les danses que es fan i es desfan. Joan Maragall) se unen y separan desde hace unos años. Será el destino.
Lo curioso es que cuando te metes en un tema surgen por todas partes oportunidades y conexiones. Ayer justamente pasé por un estudio-academia-taller de arte en Sant Cugat (http://www.poudart.com/web/) de la pintora Maria Fabre que me comentaba que se estaba abriendo al arte digital y a la robótica creativa, empezando por Arduino, Scratch y toda su estirpe. En la escuela de mis hijos desde el AMPA acabamos de aprobar (presupuesto participativo) adquirir un Arduino para mejorar la clase de informática que hasta ahora era de ppt y poco más, y adivina quién tendrá que “formar” al profesorado… y suma y sigue.
Sin duda nos esperan tiempos muy interesantes en los que será necesario saber navegar. Nos vamos leyendo.
Interesantisima propuesta. Te encajaria ayudarnos en el diseño de los nuevos telecentros o telecentros del futuro?Crearemos el Global Telecenter Lab en Barcelona y necesitamos propuestas como las tuyas!
Por supuesto Ricard. Hace ya algunos años, en mi época UOC, estuve bastante metido en el tema. Después me desvinculé en la UPC pero ahora parece que el movimiento de fabricación digital les puede dar una segunda oportunidad, o refundación, o fusión. Será necesario aprender de los errores y tener muy clara la necesidad que cubren y la sostenibilidad de la actuación. Contactemos!