Sin hacer ruido un número cada vez mayor de empresas adoptan el sufijo de internet .cc que corresponde a las Cocos Islands pero que esconde una revolución en la manera de gestionar una empresa. Son empresas open source o de código abierto, que -planteo en este post- tienen muchas semejanzas con una cooperativa del S.XXI.
Arduino es una plataforma y comunidad software y hardware de código abierto donde miles de personas crean y comparten programas y diseños de circuitos electrónicos. Arduino nació de una necesidad muy concreta, un circuito económico para que los estudiantes hicieran prácticas de microprocesador e interacción con el entorno sin perder tiempo soldando cada vez los cirtuitos. Hoy es una gran familia de placas, mochilas (shields) y accesorios con un modelo de negocio evolucionado que sigue manteniendo una comunidad fiel y el espíritu open source que la vió nacer. Puedes bajarte el código de la placa o el software y replicarla tú misma.
Scratch es una plataforma y comunidad de software de código abierto donde millones de niños y adultos de todo el mundo crean y comparten programas aprendiendo este idioma de una manera fácil e intuitiva. Es gratis, es uno de los productos estrella del MIT MediaLab, y dispone de un entorno de programación que se utiliza ya en muchas escuelas. Está hoy en formato 2.0 y desde hace poco dispone de un entorno de desarrollo Beta ScratchX donde puedes crear tú misma aplicaciones para Scratch.
Meccano era el juego de montaje preferido de nuestros padres (y abuelos me atrevería a decir). En mi casa teníamos una caja de siete pisos heredadas de algún familiar que por desgracia desaparecieron. Con el Meccano -como en un fablab- podías construir casi cualquier cosa, pero hasta hace poco había quedado relegado al olvido ante el empuje de la generación digital, del plástico, y de empresas como Lego. Los productos de esta marca son compatibles con Arduino y Scratch, sí, pero Lego es cerrado, y caro. A efectos prácticos, y hasta que no cambien el modelo de negocio, no puedes bajarte una pieza de Lego y fabricártela tú misma.
Hasta hace poco no teníamos pues alternativa física a Meccano en el mundo maker del S.XXI. Hasta hace poco. Concretamente, hasta la llegada de MakeBlock.cc. Otra novedad más del MIT, o de Stanford, financiada con Kickstarter pensaréis. Pues no. De Shenzhen, China. La revolución ya viene del Este.
Makeblock is an open source construction platform to turn ideas into success. No matter what your ideas are, Makeblock provides various mechanical parts and electronic modules to make them possible, such as beams, plates, connectors, motors, brackets, sensors, drivers and controllers, etc. Makeblock is an integrated platform, mechanical parts of Makeblock are convenient to connect to each other, while the electronic modules works very well together with the mechanical parts.
Lo que me interesa remarcar de este proyecto es la confluencia de tres plataformas de código abierto que se complementan entre ellas y cooperan. Un ejemplo lo tenemos en el robot mBOT que compite con Lego Mindstorms y toda su familia. mBOT habla con Arduino y con Scratch, se programa de manera muy similar, e incluso es compatible con las métricas de LEGO. Y está en abierto. Puedes abrir las tripas y crear tus propios diseños o circuitos o robots o grúas o lo que se te ocurra.
A lo que iba. Una de las ventajas del movimiento cooperativo era que trabajabas en red con otras empresas que compartían filosofía y valores. Acceso a capital, proyectos conjuntos, fusiones fáciles… ¿No es esto lo que encontramos en los tres ejemplos mencionados? Buscas una web con sufijo “.cc” (arduino.cc, makeblock.cc, piccolo.cc, opendesk.cc y muchas otras), y sabes que estás ante un movimiento y millones de personas que aportan valor y comparten porque sí. ¿Representan estas empresas la versión moderna del cooperativismo?